Después de perder a su esposa, Ruban decide comprar una nueva casa con un aparato de primera: ¡una Smart Mom! El fembot está programado para hacer todo en el lugar y hacer que la familia se sienta mejor cuando están molestos. Sin embargo, Oliver y Renee, los hijastros, descubren que no se parece en nada a su verdadera madre y se sienten incómodos con la situación. Para corregir esto, Oliver decide entrometerse un poco con la programación. De repente, Smart Mom se convierte en una figura cariñosa… pero no les está dando el tipo de amor que esperaban.