Cuando la hijastra de Jay Crew, Jackie Hoff, llega a casa con una máscara, teme que esté siendo influenciada por los juegos mentales de los izquierdistas, por lo que decide investigar un poco más al respecto. Muy pronto, Jay cae por la madriguera del conejo y descubre que Jackie podría estar bajo la influencia del diablo, pero debe asegurarse buscando la marca de la bestia en algún lugar de su cuerpo. Cuando Jay se acerca a Jackie masturbándose con pornografía, teme lo peor, pero Jackie está dispuesta a demostrar que ella es solo una chica a la que le gusta ponerse desagradable, ¡incluso con su padrastro!