Lexi se da cuenta de que su hijastro Diego está tirado afuera con dolor porque accidentalmente golpeó su trasero con una pelota de béisbol. ¡Lexi lo atiende de inmediato, lo lleva adentro y lo acuesta en el sofá antes de traer un ungüento curativo y aplicarlo por toda su polla! Diego afirma que todavía está bastante hinchado, por lo que Lexi cree que podría continuar aplicándose la pomada usando la parte más suave de su cuerpo… ¡sus labios!