¿Quién dice que el baloncesto no es para bebés pequeños? Con la ayuda de su entrenador, Chirs, Amber demuestra que todo es posible. Él le enseña a Amber todo tipo de técnicas y trucos para lograr su mejor juego. Lo más importante es que Chris le muestra a Amber la importancia de mantenerse ágil y estirarse. Se mete profundamente dentro de su apretado coño para asegurarse de que esté optimizada para la corte. A pesar de su pequeña figura, toma cada centímetro de Chris como una profesional absoluta.