La encantadora Rachel Starr está tan caliente que su marido, Sean Lawless, no puede resistirse a comerse el coño a escondidas mientras ella intenta grabar su programa de cocina hogareña. La lengua ágil de Sean la hace tartamudear mientras regala una receta de pastel. Finalmente, el molesto marido logra deslizar su gran polla en el estrecho coño de Star. La mujer jadea y se vuelve hacia su hombre. Rachel tiene un trato lujurioso para Sean: él puede follarla todo lo que quiera siempre y cuando la ayude a filmar su programa de cocina. Tan pronto como Sean acepta, Rachel se inclina, abre las piernas y deja que su marido la lleve al cielo.
