Kenzie Love y Marcelo están celebrando su décimo aniversario, pero Kenzie tiene los ojos puestos en alguien más en la habitación. Su marido no sirve para mucho, pero al menos puede contar con él para los regalos. Cuando se trata de satisfacerla sexualmente, él no puede satisfacer sus necesidades. Ella le regaló un Fleshlight porque de ninguna manera iba a follarlo durante su matrimonio. Cuando se sirvió la cena, parecía que le faltaba una gran salchicha de su plato… pero sabía exactamente dónde encontrar una. La polla de Dorian ya estaba palpitando por ella y estaba salivando ante la idea de follárselo mientras su patético marido miraba.
