Ya llena de certezas sobre su sexualidad, la fina Samantha, una hermosa italiana de 22 años, no es tímida en absoluto… ¡Solo con ver su lencería, comprendes rápidamente que la Transalpina está caliente, muy caliente incluso! Su mirada se dirige rápidamente a un joven que parece intrigado y emocionado al ver los generosos pechos de la joven…