Aprovechando el sol parisino y la relativa dulzura de la capital, Rose, de 33 años, se sumó en el Bois de Vincennes, con un enorme helado en la mano. Sabiendo que siempre es muy coqueta, Luka se ofrece a darnos una lección de selfies, arte que domina a la perfección. Y, tras publicar sus fotos en sus redes sociales, la sublime antillana se da cuenta de que Mike le dejó un comentario: ¡la oportunidad perfecta para que ella inicie una discusión… y para ir a buscarlo a él y a la bella Angel Emily!