En el corazón de un jardín japonés donde reina la calma y la tranquilidad, una joven avanza con delicadeza hacia su primera experiencia en el porno.Kira tiene 32 años y trabaja en un hospital como enfermera, y le apasiona este oficio donde puede dar atención a sus pacientes. Y es un poco lo mismo en la vida privada, ¡ella que vive un romance más que picante con su esposo desde hace casi cuatro años! Y fue este último quien la empujó a mostrarse frente a la cámara, a verla siendo abusada por otro hombre que él.