Tomando un breve descanso de su ajetreado día como vendedora en una tienda de prêt-à-porter, la curvilínea Laya de 25 años está emocionada de finalmente tener la cámara de verdad frente a ella. Originaria de la región de París, a la joven le gusta pasar un buen rato en privado, ya sea durante las sesiones de compras o en las veladas totalmente picantes para disfrutar al máximo. Dotada de un pecho natural fenomenal (¡100E!), disfruta de unas increíbles curvas que aprovecha en sus (muchos) delirios traviesos…