Todavía ocupada en los restaurantes donde trabaja, Lily nos recibe con su sonrisa comunicativa y su habitual alegría de vivir. Hay que decir que la voluptuosa joven sintió que el día era propicio para realizar otro de sus deseos… Efectivamente, la traviesa había podido descubrir las alegrías de un polvo con una TTBM africana tiempo atrás, y necesariamente quería hacerlo. ¡Revívelo frente a la cámara! Y frente al amigo Prince, la jovencita no se desarma en absoluto y lo da todo en esta experiencia donde al final se lleva mucho placer.