El rigor de una ajetreada vida profesional, Marie-Charlotte, de 40 años, está comenzando a regresar. Trabajando para una gran empresa de exportación en La Défense, la joven dejó que su carrera se hiciera cargo de su vida personal y acabó divorciándose. Excepto que hoy, ella se da cuenta de su necesidad de satisfacción sexual, ¡e incluso ha comenzado a divertirse de su lado! Con ganas de vivir una experiencia de vida sin precedentes a través de un video con nuestro equipo, que se aprovecha de ella llegando a Marsella para el trabajo a sumergirse en la lujuria sin límites con el amigo de Vlad… e incluso se compromete a dejarse llevar por este último!