Danny Steele confiesa que tiene una seria adicción a comerse el culo, está tan fuera de control que ha estado viviendo con su padre y su madrastra Erin Everheart. Un día, Danny pilla a Erin haciendo ejercicio y cuando ella le pide que la ayude con sus estiramientos, en lo único que puede pensar es en comerse su delicioso culo. Más tarde, Danny termina palpando el culo de Erin mientras descansa, y cuando se da cuenta de que es su hijastro, se ofrece a sacar sus frustraciones de su sistema… ¡sirviéndole una gran ración de su culo!