Kenzie Love está preocupada por las calificaciones de Oliver, pero dado que no se llevan mucho, parece que no puede ayudarlo tanto como quisiera. Más tarde, ambos tienen una acalorada discusión sobre una taza de masturbación que ella encontró en su habitación, lo que hace que Kenzie le dé una bofetada a Oliver. Preocupada de haber cruzado la línea, accede a masturbarlo con el juguete pervertido que descubrió; todavía angustiada por su ofensa, acepta darle acceso a su coño mojado que anhela su eje largo y palpitante.