Mientras empaca sus bikinis para las vacaciones, el esposo de Rachel la llama para informarle que el viaje se pospondrá. Rachel se siente molesta y comienza a preguntarse por qué su esposo la sigue rechazando. Pero cuando un chico del vecindario se ofrece a trabajar en el jardín a cambio de algo de dinero, Rachel se anima y encuentra una buena manera de darle uso.