La reina de ébano casada Lacey está un poco nerviosa al escuchar la voz de su amante Jax dando instrucciones a la habitación en la que está esperando. Después de que se establecen los consentimientos, Jax la hace quitarse la lencería sexy y comenzar a divertirse con los juguetes que él ha dispuesto. Cuando Lacey estuvo un poco cerca de correrse, la detuvo y le clavó los dedos, la lengua y su gran polla negra en su coño mojado y goteando, golpeando su estrecho agujero hasta que lanzó una enorme y gruesa carga sobre su boca hambrienta.