Es su día libre, por lo que Sheila Ortega aprovecha el tiempo libre que tiene para darse placer. Después de darse placer en la ducha, comienza a gemir en voz alta mientras se toca con fuerza en la cama. Mientras mete los dedos dentro y fuera de su caja, es interrumpida por un golpe en la puerta. Rápidamente se pone una toalla y abre la puerta para encontrar a su vecino, que resulta ser un semental, al otro lado. Luego, cortésmente le pide que mantenga el nivel de ruido bajo mientras él está tratando de bajar un poco el trabajo. Sin embargo, en lugar de volver al trabajo, termina golpeando con su polla a su vecina tetona y zorra.