Liya Silver no es una azafata, es una piloto además de una de las hembras más hermosas en el mundo del porno actual, con un cuerpo de escándalo y unas tetas naturales preciosas se masturba pensando en su asistente de vuelo, Alberto Blanco, justo en el momento en que pica al timbre y decide aprovechar la ocasión para follárselo. Un polvazo que empieza con una mamada de arcada con cubana y una follada que en breve será en forma de anal, su primer anal que culminará con un creampie.