Sola en casa, Verónica Leal se masturba metiéndose un consolador por el culo, quiere anal y, en esta escena lo practicará antes de lo que sospecha. En eso está cuando, Erik Everhard, un empleado de su marido, pica el timbre buscando una carpeta, no la encuentra pero se lo folla. En seguida pues lo tiene devorando su coñito rasurado o haciéndole una mamada de arcada y montándolo luego, momento en el cual llega David Perry, el marido, y la fiesta se convierte en un trío en el que el anal, la DP y las dos corridas faciales no se harán esperar.