El novio de Lala Ivey, Quinton James, no puede quitarle las manos de encima durante su rutina matutina. A Lala le encanta, pero también le encanta hacerlo trabajar. Después de dejar que Quinton le toque el culo redondo y las tetas naturales, Lala hace que parezca que está lista para chuparle la polla. Sin embargo, ella le da un toque juguetón a su polla y lo deja colgado para ver cuánto la quiere. En la cocina, mientras Lala hornea galletas, Quinton la ve y continúa donde lo dejó, adorando su cuerpo y dándole cada centímetro de su dura polla. El sexo libre de uso conduce a un intenso sexo en la cocina, con Lala obteniendo todo lo que quiere, y algo más.