La guapa Romy Indy se pone cachonda una tarde y trata de cuidarse ella misma. Mira porno en su teléfono mientras juega con su coño. Poco sabe ella, su pervertida compañera de cuarto Sam Bourne la está espiando. No satisfecha, Romy se mete en la ducha con un consolador de ventosa y comienza a montarlo contra la pared. Cuando Romy sale del baño por un momento, entra Sam, se desnuda y ocupa el lugar del consolador en la ducha. Cuando Romy regresa, está en su teléfono y no se da cuenta de Sam inmediatamente; ella retrocede sobre su polla, pensando que sigue siendo su fiel consolador. Cuando Romy se da cuenta de lo que está pasando, Sam piensa que está en problemas, pero Romy decide hacer un buen uso de su verdadera polla.