Después de atrapar a su hijastra Camila destrozando edificios, Ike no puede creer que su pequeña princesa pueda ser tan traviesa. Él la sienta para llamar a su mamá, pero cuando Camila se resiste, Ike encuentra una mejor manera de castigarla.
Después de atrapar a su hijastra Camila destrozando edificios, Ike no puede creer que su pequeña princesa pueda ser tan traviesa. Él la sienta para llamar a su mamá, pero cuando Camila se resiste, Ike encuentra una mejor manera de castigarla.