Holly extraña tanto a su novio, que se mudó a otra ciudad por una beca deportiva, que no puede concentrarse en sus estudios. Como su padrastro, Mike acaba de perder su trabajo, y no pueden permitirse que Holly suspenda sus exámenes y pierda su beca, por lo que decide ayudarla con “incentivos especiales” que su novio solía darle para ayudarla a concentrarse. A medida que cada nuevo intento impacta positivamente en los hábitos de estudio de Holly, Mike se vuelve cada vez más creativo con los incentivos, empujando a su hija a aprobar sus exámenes y retribuir los esfuerzos de su padrastro.