Cuando la encantadora Lacey, una de las amas de casa de John’s Hotel, entra en su habitación para ordenarla, se sorprende instantáneamente por su belleza. John le pregunta sobre su trabajo y Lacey le explica que su padre la obligó a aceptarlo para que aprendiera a ganar dinero. Sintiendo que Lacey se merece algo mejor, John le dice a Lacey que llame al trabajo para avisar que está enferma y tome su tarjeta de crédito para mimarse con lo que quiera. Al día siguiente, Lacey vuelve a entrar en la habitación de John, luciendo ropa deslumbrante y una sonrisa confiada, ansiosa por mostrarle a su nuevo sugar daddy cuánto ama su nueva vida.
