Evan realmente extrañaba a su nietastra Brookie, y cuando los dos finalmente planean una lección de arte por la tarde, él no puede esperar para enseñarle todo sobre pintura. Brookie quiere aprender a pintar una banana, pero Evan insiste en que eso no es verdadero arte. Él le explica a su nieta cómo el cuerpo es la obra maestra más grandiosa de la vida y le muestra la belleza de usarlo como lienzo.