Nade y Braylin son dos hermanastros que apenas pueden mirarse. La terapeuta Shay los escucha atentamente para ver si puede ayudar a los dos a resolver las cosas. Después de investigar un poco, encuentra señales de un incidente pasado en el que los hermanastros compartieron un momento íntimo del que no podían hablar. Convencido de que esto puede ayudarlos a arreglar las cosas, Shay los invita a revivir esa situación candente para poder enfrentarla. Para asegurar el mejor resultado, el terapeuta participa en el evento, empujando los límites de Nade y Braylin al límite.