Mona Azar le dice a su hijastro Tommy Wood que ha estado apostando por él para ganar su partido de baloncesto, pero ahora él está bajo mucha presión, por lo que Mona se pregunta si hay algo que pueda hacer para aliviar la presión. Tommy sugiere en broma que ella podría hacerle una mamada, pero Mona lo toma en serio y lo hace maravillosamente. Unas pocas apuestas más y Tommy se tirará a su madrastra para tener buena suerte.