Después de la muerte del padre de Franco, él y su madrastra Lilly visitan al Dr. Barber. Mientras que Lilly piensa que esta visita es para ayudar a Franco a sobrellevar su pérdida repentina, Franco aborda el hecho de que ha sorprendido a Lilly mirándolo fijamente en la ducha, varias veces. Con la ayuda del Dr. Barber, Lilly reconoce su deseo sexual innato y encuentra una buena manera de ponerlo en acción.