Cuando atrapan a Megan robando en una tienda, confía en el oficial de prevención de pérdidas Tommy para sacarla del problema. Resulta que él es su hermanastro, por lo que cree que él puede mover algunos hilos y sacarla del apuro. Sin embargo, este no es el caso, y Tommy tiene que tratar a Megan como cualquier otro ladrón que roba en la tienda. Ahora, si quiere evitar repercusiones graves, tendrá que hacer lo que diga Tommy.