El oficial de prevención de pérdidas, Jason Michaels, trae a Reese para interrogarla después de que se sospeche que ha robado en una tienda. Ella niega sus crímenes, pero un registro rápido al desnudo prueba su culpabilidad. Reese lleva varias bragas robadas, que Jason quita una por una hasta que está completamente desnuda. Para salir de serios problemas, Reese tendrá que hacer lo que Jason le pida.