Después de ser despedida, la pequeña y guapa Allie Addison decide ir a la casa de su ex jefe Stirling Cooper y exigirle que le devuelva el trabajo. Cuando abre la puerta, ella se siente intimidada por él y lucha por decir lo que había practicado. Stirling luego sugiere que ella le muestre en qué puede ser buena, si no es para hablar, entonces algo un poco más físico.