Separada de Jonus por primera vez en 300 años, Bryana se da cuenta de que explorar solo sus deseos solo ha alimentado su amor y deseo por él. Reunidos, los amantes inmortales comparten historias de sed de sangre, riéndose y besándose mientras sus escapadas se excitan mutuamente. Jonus devora el cuerpo de Bryana, adorando sus curvas y besando cada centímetro, moviéndose entre sus piernas para complacerla. Sus ojos giran hacia atrás en éxtasis mientras ella lo monta, balanceándose hacia adelante y hacia atrás mientras él se agarra con fuerza, sus caras se unen. Tirándola hacia abajo, Jonus la abraza con fuertes brazos y empuja profundamente dentro de ella. Nos encanta esta escena por su intensidad y la genuina desesperación, sed y deseo que estos dos tienen el uno por el otro. La absoluta confianza y sumisión que Bryana tiene por Jonus es realmente ardiente.