Me encanta vivir en un país que apoya el amor de un hombre por el coño fino. Cuando surja la oportunidad de una orgía, sería antipatriótico de mi parte no complacerme con la bondad carnosa de las zorras dulces y compartir la recompensa con mi prójimo. Haciendo que estas putas saluden nuestras banderas y los postes que las ondean. ¿Hay algo más americano? Así es como rodamos en la casa de Toughlove. Somos severos, pero justos y siempre les damos lo que necesitan.
