Tatuado y curvilíneo, el cuerpo de Vanessa Vega es un verdadero espectáculo de las artes traviesas. Esta nena atrevida tiene dos verdaderos talentos: bailar y follar. Cada mañana, se despierta con la necesidad de sacudir ese dulce cuerpo suyo, por lo que baila desnuda por la casa, marchando al ritmo de su propio tambor. Sin embargo, después de un tiempo, tuvo suficientes vueltas y vueltas, así que es hora de llenar su coño. Afortunadamente, Danny Mountain está ahí para concederle su deseo, taladrándola como la bailarina traviesa que realmente es.