Lindsey recibe una terrible llamada de la escuela de su hijastro Gi Joey. Parece que el chico está en un gran problema, por lo que no tiene más remedio que castigarlo durante un mes. Pero los métodos de crianza de Lindsey son bastante poco ortodoxos, por lo que tiene un par de ideas más en mente para asegurarse de que Gi Joey aprenda la lección. Tendrá que pasar todo el mes trabajando para ella como su asistente personal, ¡un trabajo que curiosamente implica MUCHO sexo!