La pequeña Angie sueña con convertirse en bailarina y estar revoloteando en el escenario asombrando a la audiencia. Desafortunadamente, el ballet significa muchos entrenamientos duros y Angie no está preparada para eso. La maestra le hace repetir el mismo movimiento una y otra vez pero ella se siente cansada y pide un descanso. Esas peticiones vuelven loco al profesor de ballet, pero Angie logra convencerlo de que necesita relajarse. Ella promete ser una chica mala y mostrar su increíble talento para chupar pollas.