Kennia Lex le dice a su novio que necesita una sesión de masaje. Ella quiere ir al salón de masajes pero él le dice que puede satisfacer su deseo allí mismo. Entonces, ayuda a Kennia Lex a quitarse la ropa y acostarse en la cómoda cama para poder darle un masaje en la espalda que lo lleva a acariciar su redondo culo y su limpio y afeitado coño. A partir de ese momento, ambos se olvidan del masaje y se centran en complacer los deseos sexuales del otro.