Cuando la deslumbrante Rin White llega al salón de masajes, espera recibir un masaje de cuerpo completo que la ayude a relajarse y prepararse para una nueva semana laboral. Bueno, las cosas resultan un poco más picantes de lo que esperaba. Rin White se quita la ropa y se acuesta en la mesa con la esperanza de que le masajeen cada centímetro de su cuerpo. De repente, el masajista aparta sus bragas para acariciar su dulce coño con su larga y talentosa lengua. Rin White no tiene otra salida que unirse al juego del sexo y sentarse directamente sobre la polla del masajista.