Vanna Bardot acaba de regresar de un viaje y decidió pasar por una tienda de lencería de camino a casa. Quiere sorprender a su compañero Codey Steele con un pequeño festín para los ojos cuando llegue de su extenuante trabajo de construcción. Ambos han estado muy ocupados últimamente, y Vanna espera que su esfuerzo adicional los ayude a ponerse de buen humor.
Pero cuando Codey llega a casa, dolorido y cansado, apenas parece darse cuenta de lo que lleva puesto Vanna. Se siente un poco defraudada por esto, por decir lo menos. Parece que nada de lo que intenta puede ayudar a reavivar su pasión menguante. Es un problema recurrente para ellos, y en un momento, tendrán que llegar al fondo del asunto.
