El día normal de Sasha Rose que pasa limpiando la casa se ve dramáticamente sacudido cuando encuentra docenas de fotos traviesas de ella en el teléfono de su hijastro Josh. Mientras recorre su colección, Josh entra y jadea en estado de shock cuando se da cuenta de que lo han atrapado. Sasha lo sienta para hablar con severidad, pero no puede negarlo, le encanta la atención, tanto que la excita. Ella se quita la camiseta y deja que Josh finalmente tenga su momento para tocar las tetas que ha estado fotografiando, y luego le deja tocar en cualquier otro lugar.