Lana Smalls se acerca sigilosamente a su hermanastro Juan Loco para ver qué está haciendo en su teléfono. Una vez que supera el sobresalto, Juan le dice a Lana que no va a ayudarla a cumplir sus fantasías sexuales de familia reconstituida. Ella se sube a su regazo y trata de seducirlo. Casi funciona, pero en el último minuto Juan empuja a Lana y le dice que ambos saben cómo va a terminar esto.
Lana comienza con una mamada. Una vez que Juan se siente bastante bien, finalmente obtiene su permiso para follar. Ella comienza deslizando su tanga a un lado y empalándose en su erección. Luego se deshace de la ropa interior y se va a dar un paseo de vaquera inversa. Juan está totalmente de acuerdo cuando Lana se arrodilla y le ruega que la haga de perrito. Terminan con Lana de espaldas para que guíe la corrida de Juan cuando se retira. Mientras se lame el semen de las yemas de sus dedos, Lana le recuerda a Juan que no debe negarse el sexo y que debe hacérselo a ella cuando esté cachondo.
