El investigador privado Marcello Bravo tiene mala suerte y lamenta el estado de su negocio fallido cuando su esposa abandonada, Alina Crystall, llama a su puerta. Alina quiere contratar a Marcello para que siga a su marido infiel, ¡pero el idiota se da cuenta de que lo que realmente busca es su pene! Marcello se acerca a Alina y la mira profundamente a los ojos, luego presiona sus labios contra los de ella. Él adora las grandes tetas de la aturdidora asiática, luego la sienta en su escritorio y acaricia su apretado coño. Alina saca la polla de la polla y la acaricia, luego se la folla apasionadamente. Después de un poco de sexo estilo perrito, Marcello se folla al misionero de Alina, luego se retira para correrse en su coño.