Un sacerdote, Clarke Kent, recibe la visita de una feligrés, Keira Croft, que acude a él para pedirle consejo. Keira es tímida y un poco avergonzada, ya que dice que tuvo un sueño pecaminoso y no sabe qué hacer al respecto. Clarke trata de tranquilizarla, diciendo que todos tienen sueños fuera de su control, e incluso él a veces sueña con cosas que no debería, pero después, siempre purga su corazón de todos los deseos pecaminosos. Keira luego admite que fue un sueño sobre el sacerdote … no solo eso, sino que fue un sueño sexual que incluía sexo anal.
Clarke está sorprendido pero también tentado, y deja escapar que ha tenido pensamientos de esa naturaleza. Keira le pregunta si quiere sexo anal y la quiere a ELLA. Él duda. Keira señala que Clarke dijo que estaba bien soñar y fantasear con estas cosas, ¿verdad? Entonces debería pretender que esto es solo un sueño. ¿Qué haría él si no hubiera consecuencias? ¿Qué le haría él ENTONCES? Él la mira con anhelo desesperado y admite que le haría cualquier cosa. Está claro que la resolución de Clarke se ha desvanecido y que está listo para ceder por completo a Keira. Tienen sexo, incluida la exploración anal que tanto ansiaban, e incluso un creampie anal.
