Durante una calurosa noche de verano, Max decide dormir en la habitación de su madrastra Shay, la única habitación con aire acondicionado. Max es un adolescente de 19 años, por lo que Shay se sorprende cuando quiere pasar tiempo con ella. Los dos tienen una agradable charla y una divertida pelea de almohadas, que termina en un hermoso momento de unión en el que Max abraza a su madrastra para dormir y le hace sentir su dura polla. Shay comparte su experiencia con su amiga Laura al día siguiente.
Laura también tiene un hijastro adolescente, Apollo, y realmente le gustaría vincularse con él como lo hizo Shay, por lo que acepta la invitación de su amiga de dormir en su casa. Los adolescentes y sus madrastras comparten la cama y se divierten durante la noche. Sin embargo, después de un tiempo, las peleas de almohadas no son suficientes, y Max y Apollo están cachondos, así que empiezan a besarse con la madrastra del otro. Pronto, Shay y Laura descubren las ventajas de tener hijastros adolescentes juguetones y tener una sesión de sexo caliente juntos. Un poco de diversión lésbica realza el momento en el que Shay y Laura reciben una paliza en el coño de sus hijastros.
