Karina King quiere un bebé, así que ella y su esposo han estado tratando de tener uno. Ataviada con lencería y acostada en la cama, revisa dos veces su calendario de ovulación en el calendario y luego llama a su esposo para avisarle. Cuando Karina se entera de que su esposo no puede estar en casa porque su vuelo fue cancelado, está tan enojada que comienza a golpear la cama. El sonido atrae a su hijastro, Nikki Nutz, para ver qué está pasando…
Cuando Karina ve a Nikki, se le ocurre una idea. Le hace señas a Nikki para que se acerque para poder explicarle su situación. Nikki duda en darle a su madrastra lo que quiere, pero las manos de Karina ya han encontrado su polla dura y se sienten tan bien. Cuando Karina saca ese tieso para acariciar y chupar, Nikki no le dice que no. De hecho, está dispuesto a hacerlo cuando la boca de Karina se pone en modo Hoover para una mamada de garganta profunda.