Raul Costa ha venido a instancias de Bonnie Dolce y Lilly Bella para tratar de averiguar por qué su chimenea no funciona. Las chicas le están muy agradecidas por dejar lo que estaba haciendo y llegar con poca antelación. Cuando Raúl les dice que no le deben nada, Bonnie y Lilly tienen algunas ideas sobre cómo agradecerle adecuadamente.
Tirando de Raúl al sofá, Bonnie lo insta a tomar asiento entre ella y Lilly. Tan pronto como lo hace, las chicas comienzan a frotar sus manos sobre él. Al encontrar el palo de sexo de Raúl agradable y duro, las chicas lo quitan de los pantalones y se inclinan para comenzar a comérselo juntos…