La curvilínea agente inmobiliaria August Skye llama a la puerta de Chuck para comprar y ella hace un trato muy difícil. August no solo está dispuesta a ofrecer más del doble de lo que vale, sino que endulza el trato desvistiéndose para mostrarle al atónito Chuck sus grandes tetas y su botín en lencería negra sorprendentemente sexy… ¡e incluso un piercing en el clítoris! A August le encanta que la follen, y Chuck le lame el coño y luego lo llena con su polla. Cuando Chuck se corre en su cara, ¡está listo para vender!