Cuando la esposa de Tony lo engaña, él piensa que sería más fácil alquilarle un lugar que perder la mitad de sus cosas en un divorcio. Tony contrata al hermoso agente inmobiliario Skylar Vox y organiza una visita. Apareciendo, los dos rápidamente comienzan a coquetear y, atraídos el uno por el otro, deciden engancharse. Skylar desabotona su blusa y desata sus grandes tetas para deleite de Tony. Él la recuesta de espaldas y le toca el coño mojado, luego ella le da a su cliente una mamada sensual. Tony se folla al misionero Skylar, luego ella lanza su trasero contra él a lo perrito. Después de más chupar y follar y mucho frotar el clítoris, Skylar chupa a Tony hasta que le termina la boca.