Mi mañana comenzó con un encuentro casual con Charlie Forde, una rubia sexy que hablaba con acento australiano. Después de presentarme, le dije a Charlie que trabajaba para una agencia de modelos y le ofrecí algo de dinero para participar en un casting. Ella estuvo de acuerdo y, como parte del trato, Charlie me mostró sus bonitas y turgentes tetas. Hacía frío, así que llevé a la nena delgada a mi estudio, ¡donde se arrodilló y me la chupó! Masajeé el clítoris de Charlie hasta que su coño estuvo empapado, luego la follé por detrás al estilo perrito. ¡Después de montarme en vaquera, la ninfómana ansiosa por la polla me invitó a otra mamada antes de que corriera una gran carga por toda su cara bonita!