Jamie estaba saliendo del baño cuando se topó con su hijastro masturbándose en el sofá. Sorprendida al principio, ella se sienta y habla sobre la incomodidad y se disculpa, diciéndole que debería estar haciendo ese tipo de cosas en el baño, antes de acercarse para ver si todavía está duro, y lo está, y ella se ofrece a aliviarlo. Después de quitarle los vaqueros y los bóxers, no pierde el tiempo acariciando y chupando su polla dura, para luego levantarse el vestido y dejar que le quite las bragas para que puedan follar duro sobre el sofá. Se follan al misionero, al estilo perrito y más, hasta que él se retira y dispara una gran cantidad de semen por todo el estómago y las tetas.